viernes, 5 de abril de 2024

Sarajevo en mi memoria


23 de junio de 2023
Lo que había sucedido en Sarajevo me pertenecía a mi, 
concernía a una parte remota de mi existencia
Margaret Mazzantini

El río Miljacka, que pasa por Sarajevo -saraj, de origen persa y turco-otomano, significa: palacio o residencia-, ha sido testigo de la confluencia de culturas y religiones. Sobre el puente Latino, uno de los que cruza el río, el 28 de junio de 1914, fue asesinado Franz Ferdinand / Francisco Fernando, archiduque austrohúngaro. Este hecho es señalado como el detonante de la primera Guerra Mundial, considerada la Gran Guerra, porque la barbarie fue tanta y tan profunda, que llevó a pensar que algo así no se volvería a repetir. Lamentablemente, fue una falsa premonición.

Los Juegos Olímpicos de Sarajevo de 1984 marcaban un destino distinto, lleno de esperanza, por la disciplina de sus deportistas. También por la capacidad administrativa para acoger una cita mundial de tal magnitud.  

No obstante, el 5 de abril de 1992 está marcado en la historia reciente del mundo como el inicio del “Sitio a Sarajevo”, el cual terminaría el 29 de febrero de 1996, cuatro años de vergüenza. ¡Inexplicable! El territorio europeo, que vivió la atrocidad de la Segunda Guerra Mundial, que dejó alrededor de 70 millones de personas asesinadas y destruida buena parte de la infraestructura para la vida, fue testigo mudo, y de alguna manera complaciente, en ese periodo en Sarajevo, con el asesinato de más de 12 mil personas, en su mayoría civiles.

Sarajevo fue rodeada por francotiradores serbios durante 1426 días, los cuales impedían que la población viviera su cotidianidad, como el andar por sus calles para buscar víveres. Se volvió usual ver cadáveres de personas de cualquier edad tiradas en una cuneta. Asimismo, la creación de cementerios en laderas, se convirtió en algo común porque sus familiares no tenían más opción que enterrarlos en esos lugares a quienes eran asesinados por intentar sobrevivir junto a los suyos. Mientras tanto, una auténtica carnicería se materializaba en Srebrenica. En una semana de julio de 1995, a más de 8 mil personas, la mayoría jóvenes, se les trunco la vida.

En Sarajevo las huellas de la violencia siguen presentes. En muchos edificios se ven los agujeros causados por distintas municiones o placas con recuerdos de hechos sucedidos en ese periodo del cerco. Al subir en el teleférico al monte Trebević, se observan lápidas blancas agrupadas en distintos sitios, indicativo de que en ese lugar hay un cementerio.

También, en la plaza de mercado Markale, donde cayó una bomba, que asesinó a 68 personas, hoy sigue ofreciendo a propios y forasteros una diversidad de productos alimenticios para la vida, los mismos que buscaban las personas que murieron ese día aciago. 

En el museo de Historia de Bosnia y Herzegovina se encuentra una gran escultura del Mariscal Tito. Ahí se siente un frío desolador; se encuentran testimonios de materiales usados en la guerra y objetos que pertenecieron a inocentes a quienes les truncaron sus vidas con la violencia exacerbada. Lo anterior contrasta con el bar que está al lado, un homenaje a la vida de Tito.

El hotel Holiday, remodelado, sobre la Avenida llamada “Los Francotiradores”, albergó durante el sitio a gentes de organismos internacionales y periodistas, se convirtió también en una especie de tribuna de la barbarie, hoy guarda exiguas huellas. Muy cerca hay un campus de la Universidad de Sarajevo, la cual tampoco se libró de la crueldad vivida en ese tiempo, así como la legendaria biblioteca “Nacional y Universitaria de Bosnia y Herzegovina”, también conocida como la biblioteca de Vijecnica. Reconstruida de forma magnifica en lo arquitectónico, recoge en una sala, el proceso de los juicios a los criminales de guerra. Pero la pérdida de más de un millón de libros genera un vacío imposible de llenar.

El Túnel de la Esperanza, construido durante el asedio a Sarajevo, se encuentra a un lado del aeropuerto. Los orificios de los proyectiles en la pared de enfrente de la casa y una Rosa de Sarajevo en el piso, anuncian el contenido de la historia que alberga. Gracias al Túnel fue posible conseguir alimentos para un importante número de pobladores en los momentos más crudos del cerco a Sarajevo.

En distintos lugares hay pintadas de las Rosas de Sarajevo, como memoria de la crueldad. Recuerdan que allí sucedió un hecho de barbarie, pero también es un símbolo de amor y vida. Por su parte, la Llama Eterna, un fuego permanente ubicado en una esquina del centro histórico, está presente para no olvidar a las víctimas, las cuales en su mayoría se pudieron evitar, si la Unión Europea y organismos internacionales como la ONU, hubiesen actuado a tiempo y de manera consecuente con la responsabilidad asignada por los países asociados. 

En la plaza donde se encuentra la Catedral ortodoxa de Sarajevo hay un tablero de ajedrez gigante. Las personas que juegan son aupadas por amigas, amigos y gente visitante. Mientras dura el juego realizan movimientos corporales previos a las jugadas. Parecen estar tomando medidas como los topógrafos de antaño. Luego, al terminar de jugar, en un cajón sin seguro, guardan las fichas de aproximadamente 50 centímetros de altas.

Sarajevo es una pequeña y bella ciudad rodeada por los Alpes Dináricos. En el centro histórico está el antiguo bazar de Baščaršija, donde se alojan pequeñas tiendas con sillas de madera que se doblan, las cuales están ubicadas en la parte externa, son un buen descanso para tomar fuerzas y continuar disfrutando las vistas, sabores y olores que se ofrecen en las callejuelas donde se hallan iglesias y mezquitas en reducidos espacios. Asimismo, ofrece placer cruzarse con rostros de todos los continentes en la diversidad arquitectónica y gastronómica que regentan personas locales de diversas culturas, quienes reciben a sus visitantes con una sonrisa llena de esperanza.

domingo, 17 de marzo de 2024

Galtung, imprescindible

Foto Jornadas Internacionales de Cultura y Paz de Gernika, 2012 
Sentados: Fiachra, Johan Galtung, Jokin, María, Irune, Anna. 
De pie: Andreas, Fernando Alex y Daniel

La disciplina de los estudios por la paz con Johan Galtung (Oslo, 24 de octubre de 1930 – Bærum, 17 de febrero de 2024) dio un salto cualitativo en los años 60, por lo cual es reconocido en los distintos ámbitos de las ciencias sociales y humanas. La articulación que hizo para explicarse desde dos campos distintos -sociología y matemáticas-, complementó la mirada y construcción teórica sobre cómo las actitudes humanas condicionan las relaciones interpersonales, un enfoque que desató des-encuentros. Explicar fenómenos humanos con figuras cartesianas, ayudó a profundizar la comprensión y abordaje de los conflictos que tienen todas las sociedades, sus violencias -cultural, estructural y directa- y la construcción de paz positiva.

Su amplia bibliografía está al servicio de todas las culturas. Dentro de ella destaco el texto Paz por medios pacíficos, porque es una enciclopedia para comprender, desde  Galtung, el por qué se originan los conflictos, cómo se pueden desatar en distintas civilizaciones y cómo se pueden tratar para alcanzar transformaciones mediante la paz. No desde cualquier paz, sino la paz por medios pacíficos, la que acude al reconocimiento de la otra persona, que le respeta su dignidad física y mental. La paz que se teje así haya conflicto. En esa medida crecen mutuamente las partes enfrentadas para transitar a través de la Diagonal de Paz del locus terribilis al locus amoenus.

Galtung, dentro de su personalidad, con exigencias algo extrañas, era un tipo simpático, rápido en sus procesos mentales al responder apoyado en sus expresiones de manos y de movimientos horizontales de su cabeza. 

Recuerdo cuando Galtung fue a presentar el libro Paz por medios pacíficos, editado en el 2003 en castellano por la Red Gernika. En la biblioteca Bidebarrieta de Bilbao, en la mesa central se encontraba junto a María Oianguren Idigoras, directora del Centro de Investigación por la Paz Gernika Gogoratuz y en pleno acto de presentación del libro, se quedó en calcetines y movía sus pies como jugando entre ellos.

También viene a mi mente, cuando en una de sus visitas a Gernika en el 2012, a un compañero de trabajo le tocó quedarse en la puerta del Elai-Alai Aretoa -Teatro-, para que no entrara nadie más, una vez iniciada la conferencia, pues uno de los planteamientos de Galtung, era que sus ponencias debían ser respetadas como un concierto de música clásica; es decir, guardando la solemnidad del silencio, para que todos sus instrumentos fueran escuchados claramente. En esa ocasión un compatriota colombiano le preguntó sobre nuestro conflicto político-armado; Galtung le respondió que mientras el país siguiera tan anclado en el pasado, no se podía transcender, que se debía actuar más pensando en el futuro, sin olvidar el pasado, porque así se ayudaría a jalonar con fuerza los cambios que condujeran a la paz.

Johan Galtung, desde la hermenéutica, con su sabiduría en los estudios por la paz, dejada en tantos textos, será un referente imprescindible. 

¡Un gran maestro! ¡Gracias por siempre!

lunes, 4 de marzo de 2024

¿Florencia amazónica?

Hasta hoy en Florencia, no existe un mandatario local que se le recuerde por haber creado un proyecto importante de futuro. Esto, sin desconocer que algunos dejaron pequeñas huellas. Sin embargo, ya se borraron. Y no precisamente por las lluvias que afortunadamente suelen ser generosas en el territorio. 

La pregunta que surge para provocar una reflexión ¿Es Florencia una población amazónica? Con lo cual, me atrevo a responder lo siguiente: Por la ubicación geográfica, SÍ. No obstante, por la forma que ha sido construida, NO. Asimismo, porque faltan procesos educativos con identidad. Su urbanización y relación con el entorno están distantes de la riqueza y exuberancia del territorio amazónico.

Por tanto, comparto algunas ideas que quizás pueden ayudar a la transformación de Florencia:

1. Trabajo verde. Que el trabajo esté cerca del lugar de vida.

a. Miradores: En los barrios, Las Malvinas, Ventilador y El Timy.

b. Malecón en las riberas de la quebrada La Perdiz.

c. Empresa e industria limpia – reforestación.

d. Recuperar humedales.

Crear trabajo consecuente con la formación de una población amable y coherente con el lugar en el que está: la Amazonia colombiana.

En ese sentido, los lugares más deprimidos deben ser atendidos con mucha calidad humana e infraestructura. Espacios para andar y ver que, a partir de la estética ambiental, se puede generar empleos a quienes allí habitan. Para conseguirlo, no solo se debe mejorar la infraestructura, también, entre otras cosas, tener en cuenta la atención y educación al cliente en temas ambientales, gastronomía, género y cultura.

Y, que las empresas e industrias locales sean consecuentes con lo ambiental. Quizás una de las mejores proyecciones económicas, es aquella que se desarrolle cuidando sus entornos de bosques y aguas. Por ejemplo, ¿Cuántas hectáreas reforestarán?, ¿Cómo garantizar que la carne que se consume o exporte proceda de fincas que no han deforestado, o mejor, que han reforestado? 

2. Ampliar opciones para la movilidad

a. Terrestre

b. Acuática

c. Aérea

La movilidad terrestre intra-urbana es el cuello de botella de muchas ciudades grandes, medianas, o pequeñas como Florencia. Pero no solo el problema es interno, también está con las poblaciones limítrofes:

-Terrestre: Organizar mejor las calles, demarcarlas y pavimentarlas con buenas técnicas. Acondicionar andenes y pasos de cebra para la movilidad de todas las personas. Esto, con el concurso de propietarias-os de negocios y viviendas. Y, tanto al interior de Florencia como con las poblaciones aledañas, Morelia y La Montañita, construir carriles para bicicletas.

-Acuático: Dar la cara al río. Construir un puerto moderno, con identidad Amazónica, sobre el Orteguaza, para mejorar el transporte fluvial de personas, víveres y productos agrícolas. Asimismo, para la pesca deportiva con embarcaciones impulsadas por remos y para actividades de juegos tradicionales de las poblaciones indígenas.

-Aéreo: Crear una red departamental de este servicio a lugares como Solano centro poblado o Araracuara, San Vicente del Caguán y el Bajo Caguán, para conectarlos mediante líneas aéreas con pequeñas aeronaves, de tal manera que sea fluida la movilidad, y a su vez más limpia, con precios accesibles y/o subsidiados para quienes vivan en esos lugares.  

-Cable aéreo: Facilitar la movilidad al barrio Las Malvinas, donde habita un importante porcentaje de población, que además tiene las mejores vistas de la ciudad.

3. Ambiente

a. Agua potable

b. Aguas residuales

La reforestación es una base fundamental. Sin embargo, otros procesos educativos y técnicos son esenciales para buscar las rutas para cuidar las afluentes y proveer agua potable a algunos centros urbanos del interior del país, y además obtener retribución por ese recurso y servicio. 

Por otra parte, sería importante entregar aguas residuales tratadas al resto de la Amazonia colombiana y brasileña. Para lo anterior, no solamente se debe hablar con el gobierno nacional y entidades del orden internacional para que la agenda que se acuerde tenga respaldo concreto, sino también, con el Gobierno de Brasil. País que se beneficiaría directamente al recibir aguas más limpias en sus afluentes.

4. Educación / Cultura

Procesos que fortalezcan la identidad de la población que habita el territorio, tales como los temas étnicos, ambientales y de convivencia deben estar en el currículo de la educación básica y media. También el desarrollo de asignaturas electivas, cátedras u otros espacios académicos en las universidades con presencia en el municipio, con el fin de fortalecer la formación, pero, sobre todo, poner en práctica los conocimientos para el mejoramiento de las condiciones de vida cotidiana. Por ejemplo:

-Educación étnica sobre la relación con el territorio. Acercarse a la cultura, la lengua y costumbres de los pueblos ancestrales locales, para mejorar la convivencia intercultural y ambiental. 

-La Universidad de la Amazonia, debe ser para todo el territorio amazónico y para todos los pueblos que allí habitan. Estudiando la dimensión de la crisis ambiental mundial, donde la formación, la investigación y la extensión universitaria tengan la profundidad y proyección que requiere el momento histórico de retos y cambios. 

-A través de las artes, estimular la creatividad y estética del territorio, fortaleciendo así la necesidad de conservar el entorno, pues hace parte de la belleza natural imprescindible para la vida y la cultura de paz.

-El Curiplaya (playa dorada), convertirlo en un espacio intercultural de Florencia. Donde se albergue un museo moderno e interactivo sobre la Amazonia y que además ofrezca a sus habitantes y visitantes cultura, recreación, ocio y diálogo en medio de un buen café y alimentos de la región.

5. Deportes

La juventud requiere espacios de crecimiento personal y colectivo. El deporte es la mejor ventana para fortalecer la disciplina y el bienestar.

Respaldar a los grupos de personas e individuos que realizan deportes de manera recreativa o competitiva para mejorar sobre todo su bienestar que fortalece los músculos del cuerpo y mente, que, además abren camino para unir a los pueblos.

La identidad de los pueblos también se respalda con los deportes tradicionales. En ese sentido, dar espacio para que se desarrollen y ayuden a todos los habitantes a apropiarse de aspectos de la cultura en proceso de perderse.

6. Pueblito Caquetá o Amazonia

San Antonio de Atenas -SAA- es un lugar idóneo para crear un pueblo, no solamente turístico, sino de vida cotidiana, que dé ejemplo de cultura ambiental, de convivencia, de desarrollo económico, usando apropiadamente el entorno.

En SAA, ofrecer espacio a todos los pueblos originarios que se encuentran en el Caquetá (ideal sería de la Amazonia), para que construyan malokas y tambos, los cuales se conviertan en espacios de reflexión y aprendizaje de la cosmovisión milenaria de esos pueblos, entre otras cosas, de cómo se han relacionado de manera respetuosa con la naturaleza.

La agenda de acción y procesos debe ser del tamaño de los sueños de quienes habitan y amamos la Amazonia. La gente que habita Florencia, así como quienes están al frente de la administración municipal y departamental, tienen una responsabilidad histórica con la Amazonia colombiana y el mundo. Si la asumen con inteligencia y transparencia, las nuevas y viejas generaciones lo sabrán reconocer.

¡Es momento de actuar de manera coherente para que Florencia sea realmente amazónica!

sábado, 10 de febrero de 2024

Omnicio público

El omnicidio se refiere al asesinato total de un pueblo: sus modos de producción para la vida, su cultura, su educación, sus relaciones; en definitiva, su existencia. Se trata de borrar del mapamundi todo vestigio de su huella humana, tal como está sucediendo en Palestina, acabando con vidas de niñas, niños, mujeres, hombres, sus construcciones arquitectónicas, sus cultivos, su ambiente, sus creencias, sus paisajes, de tal manera que no quede ni el sonido del canto de las aves que habitan esos entornos naturales para que no se recuerde que allí hubo gente que quería ser y estar.

El omnicidio es una práctica histórica usada por bárbaros en todos los continentes contra distintos pueblos, en ocasiones de manera abierta y en otras, de forma velada, como el que viven actualmente muchas comunidades indígenas.

A quien denuncia el salvajismo que cometen los poderosos contra gente civil indefensa, se le acusa de ponerse del lado de quienes también usan violencias exacerbadas para defender sus derechos o aspiraciones. Se olvidan que todo pueblo tiene derecho a existir. No hay narrativa válida para quienes ostentan el poder económico y militar de apropiarse la decisión de determinar quién vive y cómo.    

Todo indica que el pueblo indefenso de Palestina está siendo el experimento del primer omnicidio público del Siglo XXI, causado por gobiernos que plantean discursos “democráticos” basados en los Derechos Humanos, pero que sus prácticas deshumanizadas y tendenciosas dejan ver otra cosa. Acabar con todo lo que sea vida y proporcione la vida es lo que se está viviendo en directo en Gaza. Generar terror para que no se opongan a las pretensiones del poder económico-militar, porque será borrado de la faz de la tierra

Hay quienes quieren mantener jardines idílicos de épocas de la colonia como el Alto delegado de la Unión para asuntos exteriores y política de seguridad, Josep Borell, construidos con la sangre y riqueza de gente de otros territorios. Banalizando el daño a la humanidad y perdiendo el horizonte ético frente a la vida. Las campanas doblan hoy en diferentes puntos del planeta -Palestina y Ucrania, entre otros-. Asistimos a la puesta en escena de toda la maquinaria mediática y de muerte. Parece imparable una guerra global llevada de cabestro por las potencias mundiales que creen que las cenizas no llegarán a sus jardines para recordarles que fueron ellas las que prendieron y atizaron el fuego. Las armas creadas por las fabricas de muerte del norte, son probadas en otros territorios sin el más mínimo rubor. Mientras tanto, buena parte del mundo político, empresarial y mediático de ese norte, está silenciado por sus propios intereses y no actúa; por el contrario, permiten que se extermine “ejemplarmente” a un pueblo.

Las comunicaciones del mundo digital, a través de las redes sociales, dejan ver por distintas ventanas virtuales el horror de las acciones violentas que se viven en el territorio de Palestina, el propósito es inocular terror. Aquí se hace lo que nosotros decimos y punto. Ya no hay lugar seguro para proteger los Derechos Humanos. 

Para las potencias mundiales el primer omnicidio público de este siglo les resulta económicamente rentable. Y, ponen en entre dicho la sensibilidad humana que rechaza la barbarie. 

¡Sobran guerreros y faltan humanistas!

lunes, 22 de enero de 2024

Piedad Córdoba, una verdadera liberal

Un amigo me citó en la esquina de la carrera 7 con calle 26 de Bogotá para almorzar. Llegué puntual a las 12M y allí estaba él esperándome. Vamos al frente, me indicó con el índice de su mano izquierda, necesito hablar una cuestión con una amiga. A la entrada de aquel antiguo edificio estaban unos escoltas y el guarda de seguridad que controlaba el ingreso. Fuimos anunciados y nos dejaron pasar. Tomamos el ascensor hasta el último piso, y en ese tránsito supe quién era la persona con la que mi amigo iba a hablar.  
 
Una señora muy amable nos abrió la puerta, nos invitó a seguir y señaló con su mano abierta: allá está la doctora. 
 
Vi una figura de mujer de espaldas con un turbante y creo tenía puesta una manta wayuu colorida. De una vez la reconocí, era Piedad Córdoba. Giró y con una amplia sonrisa nos invitó a seguir a una sala grande, seguido dio un fuerte abrazo a mi amigo y luego a mí, como si fuéramos amigos de toda la vida. Solamente la había visto personalmente una vez, en Bilbao – País Vasco, años atrás, en un espacio donde se abordaba el tema de la paz en Colombia. 
 
Allí en la sala estaba sentado un viejo amigo mío de inicios de los 90, con quien estuvimos en luchas sociales cuando el M-19 inició los caminos del cambio para el país en el campo democrático. Nos saludamos entrañablemente y sorprendidos de la coincidencia. Luego, Piedad nos invitó a pasar a la mesa para almorzar una deliciosa bandeja paisa en presentación de bufé. Antes, desde uno de los ventanales de la sala pude ver el centro de Bogotá desde otro ángulo. 

Durante el almuerzo, hablamos un poco de temas políticos y de la paz, eran tiempos del proceso de la negociación entre el Gobierno Nacional y las antiguas FARC-EP, un reto que muy pocos creíamos que podría llegar a buen puerto, dentro de este grupo estaba Piedad Córdoba, quien gracias a su convencimiento de la salida política del conflicto armado fue fundamental en este paso hacia la paz del país. 

Al finalizar el encuentro invité a Piedad a la Cátedra de Conflicto y Construcción de Paz de la Universidad del Tolima, la cual se canceló a última hora y no pudimos finalmente volver a programar. 

Hoy recuerdo como a la senadora afrocolombiana Córdoba sectores retrogradas del país la trataron sin piedad. Gracias a su ímpetu se mantuvo siempre en la lucha por una Colombia en paz.  
 
(Guchipas, 20ENE2024) 

sábado, 30 de septiembre de 2023

Marujita 100 %

María Engracia Artunduaga

Quebrada Seca guardará por siempre las huellas de los pasos profundos que daba Marujita cuando regresaba los días lluviosos cargando sobre su cabeza una chipa y un platon lleno de ropa aún húmeda desde el río Suaza hasta Altamira en el Huila.

Marujita mientras caminaba, observaba las chamizas que podían servirle para el fogón de leña donde cocinaba los alimentos de la tía Dolorita y demás familia.

Las noches de Marujita eran eternas planchando la ropa con la plancha de carbón, algunas se hacían más cortas cuando Uvaldina o Eustoquia, le acompañaban hablando de sus amores y sueños.

Las fiestas de Altamira, famosas porque arrimaba un circo con la carpa rota, vendedores ambulantes, gitanas que leían el futuro en la palma de las manos, grupos musicales, gitanos domadores de caballos, terminaron para Marujita y sus amigas en esa época cuando uno de ellos enamoró a la mujer más bella del pueblo.

Marujita emprendió camino con tres hijos, Jesús María, Esneida y María Doris la única altamireña de la familia. Marujita creyó encontrar un mejor futuro en la tierra prometida del Caquetá, pasando por Gabinete para llegar a Florencia que estaba al otro lado de la gran montaña.

El slogan de Marujita ante las indelicadezas de los demás era “soy timaneja, pero no pendeja”, así dejaba en claro que nobleza no era ingenuidad.

Su profesión de lavar y planchar ropa era reconocida, por eso trabajo nunca le faltaba. Perfeccionó el planchado que hasta sus noventa y tantos lo hacía con el calor de sus manos.

Allí en Florencia se le cruzó la vida con uno de sus clientes, Puchogenio, quien conquistó su corazón y cuatro hijos trajeron al hogar, Elizabeth, José Manuel, Martha y Fernando. Las ocupaciones del hogar se incrementaron con el cuidado del nuevo hijo, Alcides. Además de toda la familia y amigos que llegaban a la casa, unos de pasos y muchos por largas temporadas, quienes venían a la tierra prometida a buscar futuro.

Así entre una y otra cosa, Marujita, se convirtió en La Negra, la matrona de la familia, por ser rígida, generosa, honesta, solidaria, alegre y trabajadora. Hay que decir y siendo justos con la historia, que Puchogenio en silencio estaba en la retaguardia y era imprescindible en todo lo que Marujita emprendía.

La pobreza nunca fue obstáculo para las grandes viandas, paseos y fiestas de días que Marujita animaba. Familia y amigos de una y otra parte llegaban en San Pedro que coincidía con su cumpleaños o para pasar la noche que antecedía al nuevo año que coincidía con el cumpleaños de Puchogenio. 

La Cuadra Estrella -llamada así desde los albores de los 80- del barrio Juan XXIII a la cual llegamos al finalizar los 60 -luego de vivir por varios años en la esquina de la carrera décima con calle dieciséis de Florencia-, fue el lugar donde Marujita ubicó el centro de la familia y amistades durante cinco décadas. Tanto así que su energía se siente tres años después de su partida.

Las memorias y enseñanzas nobles y rígidas de Marujita siempre están presentes en nuestros diálogos familiares y con muchas amistades. Sabemos que serán imborrables.

Hoy se  cumple un siglo del natalicio de Marujita y como solía ella decir que viva la fiesta, que viva la alegría…. 

Marujita, estás al 💯 % en mi memoria y corazón, espero que nos encontremos un día en algún rincón del universo para darte un gran abrazo y decirte te amo. 

Marujita, madre adorada, infinita gratitud por todo. Te extraño😘🤗

Fernando, Turín-Gernika, 29JUN2023

lunes, 13 de marzo de 2023

Desmilitarizar la vida en mentes y cuerpos

 

Hoy la esperanza nace de la posibilidad de entrar en un tiempo nuevo

 en el que lleguen por fin los ciudadanos de los valores gratuitos de la paz y la reconciliación,

por encima de la lucha por votos, del dinero y de las armas que no conocen de gratuidad.

Francisco de Roux

 

Recientemente hicimos un Seminario en dos espacios para reflexionar sobre el tema de la desmilitarización de la sociedad. En Ibagué en la Universidad del Tolima y en Florencia en la Universidad de la Amazonia. Fue una oportunidad para escuchar voces que plantearon la necesidad de entrar en una senda, que nos permita avanzar hacia la transformación social por vías civilistas para alcanzar la paz.

 

Las sociedades en general y la colombiana en particular, con un largo conflicto armado, dan pie a que se normalice la militarización, no solamente con el camuflado, si no también en los discursos. Es por ello que debe hacerse un ingente esfuerzo por toda la sociedad, especialmente por el espectro gubernamental, para que las instituciones castrenses cumplan su rol constitucional, teniendo claro los Derechos Humanos. Y, por su parte que las instituciones civiles, fundamentalmente las educativas y culturales, lideren las transformaciones creativas, pacíficas y democráticas, de tal manera que se generen procesos hacia la convivencia entre los seres humanos y entre estos y la naturaleza.

 

La Ley 2272/2022, en su artículo 11, Modalidad del servicio social para la paz, abre el camino para desmontar un porcentaje importante del cultivo de la militarización de la sociedad, al ofrecer a la juventud la oportunidad de prestar un servicio social sustitutorio al servicio militar obligatorio. En ese sentido, podrán contribuir con su tiempo en labores de alfabetización digital, apoyar a víctimas, en la refrendación del Acuerdo de Paz, difundir la política pública de paz, proteger la biodiversidad, promover la paz étnica, apoyar a las personas en condición de discapacidad, impulsar la reforma rural integral, apoyar a damnificados y, en gestión de riesgos y cambio climático. Es decir, aportar plenamente al cuidado de la vida, a la construcción de paz.

 

Johan Galtung apunta una clave fundamental en el título de su texto clásico e imprescindible para el relacionamiento humano Paz por medios pacíficos, el cual nos puede ayudar a visualizar ese caminar para conocer los territorios y sus problemáticas al que nos invitaba Alfredo Molano Bravo.

 

El seminario Desmilitarizar la vida, una apuesta democrática para la paz, propicio temas para seguir profundizando en las distintas esferas del Estado colombiano y en todos los rincones del país. Además, porque la Paz Total nos brinda condiciones para tratar el conflicto político armado de manera amplia y dialogada, ya que el ruido de los tiros nos impide escucharnos, pensarnos como sociedad un tratamiento amplio, generoso y humanista, teniendo presente que la violencia regresa, especialmente en la periferia, como La Hidra de Lerna y pareciera que no hubiese opción a cauterizar la multiplicidad de formas de sus expresiones. Así que debemos construir las barreras democráticas, donde toda -al menos la gran mayoría- la sociedad en un pacto por la vida, cierre esfuerzos educativos, culturales, económicos, sociales y de voluntad política, para evitar que se encienda el país.

 

La cultura de paz, es el mejor horizonte que tenemos para alcanzar una Colombia armónica, es decir, desmilitarizar las mentes y cuerpos para abrir paso a los discursos y prácticas cotidianas democráticas, para que entre todas y todos levantemos la bandera de la paz, que haga parte de la impronta del alma nacional.