domingo, 25 de agosto de 2013

Drogas, Legalización y Paz



El profesor Carlos Gaviria Díaz, estuvo en la Universidad del Tolima el pasado 22 de agosto, allí compartió con la comunidad universitaria sus reflexiones en el marco de la Cátedra de Conflicto y Construcción de Paz, con la conferencia “Drogas, Legalización y Paz”. Gaviria hizo un acercamiento a la temática desde la democracia, es decir, la libertad que tiene el individuo de decidir sobre su cuerpo respetando la libertad que tienen el otro individuo. Recordemos que Gaviria cuando fue magistrado de la Corte Constitucional fue el ponente de la dosis personal.

Gaviria es profesor universitario, jurista, político, pero ante todo un humanista. Retoma la idea que quien se adelanta mucho a su tiempo debe esperar en un lugar incómodo. Y deja entrever la esperanza que se abre para pensar el problema desde otras dimensiones con la legalización de la marihuana en Uruguay.

Encuentro Nodo Centro de RedUniPaz

Entre el 15 y 17 de agosto pasado se llevó a cabo el Encuentro del Nodo Centro de la Red de Universidad por la Paz en Bogotá. Las mesas que tuvieron lugar: Desarrollo, Territorio, Minería y Paz; Derechos Humanos y Paz; Cultura, Educación, Comunicación y Memoria; y Política, Universidad y Paz, las primeras dos sesionaron en la Universidad Autónoma y las otras dos en la Universidad Santo Tomás.

Este encuentro preparatorio hacia el VI Congreso Nacional y el I Internacional de REDUNIPAZ a celebrarse en la ciudad de Cali entre el 24 y 26 de octubre próximo, en memoria del profesor Alfredo Correa D´Andreis, permitió una intensa reflexión sobre diversos problemas que desde la academia se deben tratar de manera articulada con la sociedad civil. La coyuntura actual de diálogos en la Habana, los procesos de megaproyectos extractivos de recursos naturales, la incidencia del TLC en la microeconomía nacional, entre otros, hacen necesario que desde la academia se intensifique su focalización, con el fin de hacer propuestas claras al país para enrumbar caminos hacia la democracia, la paz y el desarrollo sostenible.

domingo, 4 de agosto de 2013

Visita de Alfredo Molano a la Universidad del Tolima


En abril del 2010, tuve la oportunidad de compartir con Alfredo Molano Bravo una mesa en las Jornadas Internacionales de Cultura y Paz de Gernika, País Vasco. Alfredo es quizás el mayor cronista de Colombia, con su miles de kilómetros a cuesta, yendo detrás de las historias de gentes colonizadora de los más remotos lugares de Colombia.

El 13 junio de este año, Alfredo visitó la Universidad del Tolima, Ibagué - Colombia, para participar de la Cátedra de Conflicto y Construcción de Paz. Nuevamente tuve la oportunidad de compartir mesa con él. Sin lugar a dudas sus reflexiones sobre la tierra y la minería dejan entrever por donde hay que enfilar la reflexión académica y la acción popular para que se escuche las demandas sociales y se actúe en consecuencia desde el campo político.

Gracias a sus textos y testimonios muchas generaciones hemos comprendido mejor la Colombia del siglo pasado y la que está caminando en el presente. Por ello, sí queremos entender muchas de las claves del conflicto colombiano y su transformación positiva hay que leer a Molano.

Grato encuentro con un gran escritor


Aquellas tardes de lectura de principios de los años /80, me llevaron a conocer fascinantes mundos a través de obras de literatura nacional y de otras partes del mundo. Sin lugar a dudas junto con Gabo, Germán Castro Caycedo me ayudo a enamorarme de las historias macondianas de Colombia.

Tuve la oportunidad de sentarme frente a Germán el 7 de junio pasado en el Instituto Jean Piaget, en Florencia – Colombia, aproximadamente tres décadas después de iniciar a leer sus libros.

Ese momento único, lo aproveche. Sabes Germán que al protagonista de la obra mi Alma se la dejo al diablo, una hermana suya vivía frente a nuestra casa, ella era profesora, a él lo velaron allí. Haciéndome como el olvidado, le dije, no recuerdo su nombre, rápidamente y sin titubeo me respondió Benjamín Cubillos.

Indudablemente un buen narrador aparte de ser ameno en su escritura y tener estrategias para armar sus relatos, debe tener buena memoria.